XOSÉ CARLOS CANEIRO
El escritor Xosé Carlos Caneiro,
dentro de todos los casos de corruptos, corrupciones, corruptelas y otras
componendas que hemos conocido y tendremos ocasión de conocer, indica que quien
ha despertado en él el asco sumo, repugnancia y náusea mayor, es el senador
Granados.
Esos sentimientos, tienen su
base no tanto en la cuantía del dinero evadido a Suíza (nada que ver con el
señor Bárcenas) sino en la osadía de hacer gala de televisión en
televisión de su honestidad?
La corrupción tiene orígenes
antiquísimos y está por todos lados.
El clientelismo está muy enraizado. De la derecha a la izquierda, todos los
partidos que conforman el Parlamento están tomados por la corrupción, incluso
los sindicatos. El panorama que dia a dia observamos es realmente desolador y,
hasta la fecha, por todos lados, se mira hacia otro lado.
Por un lado, nos encontramos con
una corrupción objetiva y comprobadamente ilegal con otra difusa en el umbral de
la legalidad. Por ejemplo, cuando un ministro establece contactos con una
empresa privada cuyos intereses beneficia y, tres años después de cesar de sus
funciones, es decir, pasado el período que marca le ley, acaba por ser
contratado por dicha compañía, eso es corrupción difusa, que puede ser
sancionada pero en el plano meramente ético. En gran medida es como se concreta
el desvío de recursos del erario
público para la órbita de intereses privados. Si el poder judicial
sancionara una decisión política semejante considero que quizá las alarmantes
cifras de corrupción no alcanzarían las cotas a las que estamos llegando. El
telón de fondo de este escenario es siempre el mismo: la figura del político
empresario que no nos olvidemos lo que persigue este último es la obtención del
mayor beneficio.
José Saramago escribió su novela Ensayo sobre la lucidez en 2004, a modo de reflexión,
sobre el sistema democrático y las actitudes de los gobernantes.
Dificilmente podemos tener otros políticos cuando , queramos o no, son el
espejo de la sociedad a la que representan. La corrupción se produce
principalmente en las sociedades donde no existe una ética cívica sólida y
generalizada. Y el desarrollo ético sólo se consigue con una fuerte
concienciación de los ciudadanos”.
Desconcierta y asquea oir
a diario: soy honesto, yo no sabía, yo no estaba al tanto, yo no tenía la
responsabilidad de …